REFLEXIONES SOBRE LA ORACION.
- La oración es un combate contra nosotros mismos y contra las astucias del tentador, que hace todo lo posible por separar al hombre de la oración y su unión con Dios.
- Se ora como se vive, porque se vive como se ora. El que no quiere actuar "habitualmente" según el Espíritu Santo, tampoco puede orar "habitualmente" en su nombre.
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El combate espiritual de la "Vida Nueva" del cristiano es inseparable del combate de la oración.
- El cristiano ora por convicción, no por lo que siente, ni para tranquilizarse, pedir o encontrar consuelo. Se ora para revestirse de Cristo y participar de su Vida. El mayor motivo para orar es el Amor que Dios nos tiene.
- Entregar la propia vida a Dios. El fondo, el punto en el que decidimos entre egoísmo y caridad, pecado y gracia, mediocridad y santidad. La libertad de la voluntad: es una determinación de nuestro ser, no son sentimientos.
- Entregarse en la oración equivale a entregarse a Dios, dándole lo único que puedes darle, tu voluntad libre.
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